Alguna que otra vez hemos hecho mención a que el SHO es una dolencia que, en la mayoria de las ocasiones, no precisa de tratamiento farmacológico dado que la cirugia es la encargada de dar solución a sus principales efectos. Pero efectivamente hay casos que precisan de un tratamiento continuado. Esto de no estar sujeto a un tratamiento, parece que no, pero es una alegría pues te aleja de las ataduras propias de las tomas, horarios, recetas, problemas de dispensa en farmacias y un largo y extenso etc. Si a los problemas anteriormente mencionados les sumamos el amplio negocio que suele acompañar a los tratamientos…., amigo/a mio/a, la alegria se transforma entonces en una bicoca pues no tienes la extraña sensación de pertenecer a un extraño grupo que se lucra gracias a tu dolencia.
Todo ello viene a cuentas por el lógico revuelo creado con el famoso Sovaldi.
Hablamos de un medicamento que, en España, se vende al 15.000% de su precio de fabricación…, impresionante beneficio que revierte en la multinacional que lo fabrica y por tanto en sus accionistas.
Dicho medicamento no solo ha generado gran revuelo en España. A lo largo de un incontable número de paises el Sofosbuvir ha ocupado alguna que otra portada de algún que otro diario…., algo lógico pues el tratamiento para un trimestre supera los 70.000€.
¿Qué intención puede haber en limitar según que tratamiento a según que colectivo? ¿Qué intereses hay en comenzar una subida ilimitada y desproporcionada de medicamentos existentes o venideros? ¿Se está convirtiendo la salud en un «reservado» para la élite?
Aquí que cada uno saque sus propias conclusiones que nosotros ya nos hemos señalado mucho en muchas ocasiones. Algo que tampoco nos importa, la verdad sea dicha…, pero ya está bien de protagonismo.
Cabe decir que desconocemos en casos de debe y en que casos no se puede aplicar el mencionado tratamiento pero, evidentemente, nos sumamos a la lucha de los afectados por Hepatitis C y mostramos todo nuestro apoyo a dicho colectivo.
Saludos,